Descripción
Los Parásitos no sólo se encuentran en el intestino como se piensa generalmente, sino en cualquier parte del cuerpo: en los pulmones, en el hígado, en los muslos, en el estómago, en el cerebro, en la sangre, en la piel, y hasta en los ojos.
Los Parásitos viven de modo que no nos damos cuenta de su existencia, son capaces de vivir y reproducirse, lo que por supuesto es el objetivo de todos los organismos de nuestro planeta.
Los síntomas pueden ser múltiples, estreñimiento, diarrea, flatulencias, cólico, síndrome de intestino irritable, dolores articulares y musculares, anemia, alergia, problemas dermatológicos, granulomas, nerviosismo, trastornos del sueño, bruxismo, cansancio crónico, trastornos del sistema inmunológico
Otros signos reveladores o consecuencias pueden ser los siguientes: obesidad, hambre a todas horas, adelgazamiento, mal sabor de boca y mal aliento, dolor alrededor del ombligo, taquicardia, Vista opaca sobre todo al agacharse y al levantarse, nariz u oreja que pica, salivación al dormir, asma, diabetes, epilepsia, hasta los dos mayores asesinos- la enfermedad cardiaca y el cáncer.
Principales parásitos, nombre común, anquilostoma, oxiuro (unidas al cándidas), lombriz intestinal, triquina, filaria, anisakis, strongyloides (unida al cándidas), cryptosporidium y giardias.